Muchas veces nos preguntamos cómo podríamos darle un toque diferente a nuestras recetas. Una excelente opción es integrar frutas en tus platillos salados. Y no, no estamos hablando solo de las ensaladas, las posibilidades son infinitas. Aquí te dejo 5 formas de hacerlo.
1. En ensaladas
Las frutas son una adición maravillosa a cualquier ensalada. Añaden color, textura y un sabor delicioso. Puedes utilizar frutas como manzanas, peras, naranjas, fresas, melón, mango, aguacate, entre otras. Por ejemplo, agrégale unas rodajas de manzana a una ensalada de pollo y nueces para darle un toque crujiente y ligeramente dulce.
2. En salsas
Las frutas también son excelentes en salsas. Puedes hacer una salsa de mango para acompañar un pescado a la plancha, o una salsa de cerezas para un pato asado. Las posibilidades son infinitas. Solo recuerda que debes equilibrar bien los sabores para que la salsa no quede demasiado dulce.
3. Como guarnición
Las frutas también pueden ser una excelente guarnición. Por ejemplo, puedes hacer un puré de manzana para acompañar un cerdo asado, o unas rodajas de piña asada para acompañar un pollo a la parrilla. Las frutas aportan color y frescura a cualquier plato.
4. En aperitivos
Las frutas también pueden ser protagonistas en aperitivos salados. Unas brochetas de melón y jamón son un clásico, pero también puedes experimentar con combinaciones más exóticas, como unas brochetas de piña y gambas.
5. En platos principales
Por último, pero no menos importante, las frutas también tienen un lugar en los platos principales. Por ejemplo, puedes hacer un pollo al horno con naranjas, o un lomo de cerdo con manzanas.
Aquí te dejo una tabla con algunas combinaciones de frutas y comidas que podrías probar:
Incorporar frutas en tus platillos salados puede parecer extraño al principio, pero una vez que empieces a experimentar con diferentes sabores y combinaciones te darás cuenta de lo versátiles y deliciosas que pueden ser.
