Las frutas deshidratadas son un ingrediente versátil y delicioso que aporta un toque de dulzura y textura a nuestros platos. Aquí te presentamos 3 técnicas para cocinar con frutas deshidratadas que te permitirán sacarles el máximo partido en la cocina.
Rehidratación
La rehidratación es la técnica más común para cocinar con frutas deshidratadas. Este proceso consiste en devolverle la humedad a la fruta para que recupere una textura más similar a la de la fruta fresca. Para rehidratar frutas deshidratadas, sólo necesitas sumergirlas en agua caliente durante unos minutos.
Incorporación directa
Algunas recetas permiten incorporar las frutas deshidratadas directamente sin necesidad de rehidratarlas. Este es el caso de recetas de panes, galletas y bizcochos, donde las frutas deshidratadas aportan un contraste de textura interesante.
Molienda
La molienda es una técnica que te permite utilizar las frutas deshidratadas como un polvo aromático. Esta técnica es ideal para usar en recetas de repostería, recubrimientos y aderezos.
Además de estas técnicas, puedes experimentar y crear tus propias formas de incorporar frutas deshidratadas en tus recetas. Recuerda que lo más importante es disfrutar en la cocina y dejar volar tu creatividad.
